Hasta ahora, el sector de la restauración que quiere ofrecer churros a sus clientes, tiene dos opciones:
Recibe diariamente churros ya hechos (de puesto tradicional o industrial)
Si los churros ya están hechos, después de poco tiempo pierden sus propiedades (crujientes y de sabor). Eso obliga a hacer pedidos muy ajustados (con la consiguiente pérdida de ventas) o asumir pérdidas para los que se compran pero no se venden. Además, la oferta para los clientes está limitada sólo a primera hora de la mañana, cuando se suministran los churros.
Con nuestro producto, los churros estarán disponibles a cualquier hora del día y siempre recién hechos. Sólo se utilizan los que realmente se van a consumir, con el ahorro de costes que ello representa.
Compra churros congelados, que después necesitan ser fritos
Si el proveedor sirve churros congelados, la calidad y el sabor son claramente inferiores. Además, requieren del proceso de fritura, con la consiguiente necesidad de disponer de una freidora y salida de humos, un cocinero, el consumo de aceite, etc.
Nuestras máquinas no necesitan ninguno de estos requisitos y se pueden utilizar perfectamente, por ejemplo, en el desayuno buffet de un hotel. Ofreciendo siempre el sabor del auténtico churro artesanal.